Los esfuerzos de prevención de la violencia en el noviazgo y la violencia sexual requieren claridad para determinar quién es la audiencia principal. Si bien muchos esfuerzos se enfocan en una audiencia amplia (universal en la terminología de salud pública), tiene sentido reducir la audiencia porque el esfuerzo de prevención se puede adaptar para satisfacer las necesidades de la audiencia y encontrar el grupo de personas que podría beneficiarse más. de los esfuerzos de prevención.
En el artículo publicado recientemente en el Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria, los investigadores utilizaron datos de una muestra nacional de adolescentes y encontraron que los adolescentes que presencian delitos violentos son víctimas de violencia en el noviazgo con mayor frecuencia que aquellos que no presencian delitos violentos.
Los investigadores concluyen:

Los adolescentes expuestos a delitos violentos experimentan un mayor riesgo de victimización por violencia de pareja en la adolescencia y victimización continua en la edad adulta. Dirigir los programas de intervención y prevención de la violencia en el noviazgo a áreas geográficas con altos niveles de delitos violentos puede ser una estrategia eficaz para llegar a los adolescentes de mayor riesgo. La reducción de los delitos violentos en la comunidad también puede tener efectos indirectos sobre la violencia de pareja.

Este estudio sugiere que es importante vincular la prevención de la violencia en el noviazgo y los esfuerzos generales de prevención de la violencia. Si bien este es solo un estudio que no prueba su caso, animo a explorar asociaciones de todos los esfuerzos de prevención. Parece razonable que haya muchos elementos comunes.
Aquí está la cita completa y el resumen del artículo de SeguridadLit:

Continuidad de la victimización por violencia de pareja en adolescentes y adultos jóvenes: asociación con presenciar delitos violentos en la adolescencia.

Spriggs AL, Halpern CT, Martin SL. Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria 2009; ePublicado el 4 de mayo de 2009

DOI: 10.1136/eje.2008.078592

http://jech.bmj.com/cgi/content/abstract/63/9/741

(Copyright © 2009, BMJ Publishing Group)

ANTECEDENTES: Aunque la exposición a la violencia familiar y entre compañeros son factores de riesgo documentados para la violencia en el noviazgo adolescente, se sabe menos sobre la relación entre la exposición a delitos violentos y la victimización por violencia en el noviazgo.

MÉTODOS: Los participantes en el Estudio Nacional Longitudinal de la Salud de los Adolescentes (n=4,794) de 13 a 17 años de edad autoinformaron haber presenciado delitos violentos (alguien al que dispararon o apuñalaron) en los 12 meses anteriores a la entrevista Wave I (1994-95), física victimización de violencia de pareja dentro de los 18 meses anteriores a la entrevista de Wave II (1995-96), y victimización de violencia física y sexual de pareja dentro de los 18 meses anteriores a la entrevista de Wave III (2001).

RESULTADOS: El doce por ciento de los encuestados informaron victimización por violencia en el noviazgo en Wave II. Ser testigo de delitos violentos se asoció positivamente con la victimización en los análisis bruto (OR=2.11, IC del 95 % 1.56-2.86) y ajustado (AOR=1.53, IC del 95 % 1.09-2.15). De las víctimas adolescentes de violencia de pareja (n=549), el 32 % informó de una victimización continua hasta la edad adulta temprana; después de ajustar por sexo, edad, urbanidad y antecedentes de maltrato infantil, presenciar delitos violentos en la adolescencia se asoció negativamente con tener relaciones no violentas en la edad adulta temprana (AOR=0.40, IC del 95 %: 0.19-0.84). En los análisis transversales y longitudinales, las asociaciones entre la exposición a delitos violentos y la victimización no variaron según la edad, el género o la raza/origen étnico.

CONCLUSIÓN: Los adolescentes expuestos a delitos violentos experimentan un mayor riesgo de victimización por violencia de pareja en la adolescencia y victimización continua en la edad adulta. Dirigir los programas de intervención y prevención de la violencia en el noviazgo a áreas geográficas con altos niveles de delitos violentos puede ser una estrategia eficaz para llegar a los adolescentes de mayor riesgo. La reducción de los delitos violentos en la comunidad también puede tener efectos indirectos sobre la violencia de pareja.