En una artículo en la reciente edición del Journal of Adolescent Health, los investigadores están examinando los patrones de victimización por violencia de pareja íntima desde la adolescencia hasta la adultez temprana. Si bien esta investigación parece ser preliminar, una mejor comprensión de estos patrones puede ayudar al desarrollo de programas de prevención apropiados.
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Patrones de victimización por violencia de pareja íntima desde la adolescencia hasta la adultez temprana en una muestra representativa a nivel nacional.
Halpern CT, Spriggs AL, Martin SL, Kupper LL. Journal of Adolescent Health 2009; 45(5): 508-16.
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(Copyright © 2009, Elsevier Publishing)
PROPÓSITO: Determinar la prevalencia de patrones de victimización por violencia de pareja íntima (IPV) desde la adolescencia hasta la adultez temprana, y documentar asociaciones con factores sociodemográficos y experienciales seleccionados.
MÉTODOS: Utilizamos datos prospectivos del Estudio Nacional Longitudinal de la Salud de los Adolescentes para agrupar a 4134 encuestados que informaron solo relaciones románticas o sexuales del sexo opuesto en la adolescencia y la adultez temprana en cuatro patrones de victimización: sin victimización de IPV, victimización de IPV limitada en adolescentes, inicio en adultos jóvenes Victimización por VPI y victimización por VPI persistente entre adolescentes y adultos jóvenes.
RESULTADOS: Cuarenta por ciento de los encuestados informaron victimización física o sexual en la edad adulta joven. El ocho por ciento experimentó IPV solo en la adolescencia, el 25% solo en la edad adulta joven y el 7% mostró victimización persistente. Sexo femenino, raza/etnia negra hispana y no hispana, una estructura familiar atípica (algo diferente a dos padres biológicos, familia adoptiva, padre soltero), más parejas románticas, experiencia de abuso infantil y debut sexual temprano (antes de los 16 años) cada uno se asoció con uno o más patrones de victimización versus ninguno. El número de parejas románticas y el inicio sexual temprano fueron los predictores más consistentes de la violencia, su momento de inicio y si la victimización persistió a lo largo de los períodos de desarrollo. Estas asociaciones no variaron según el sexo biológico.
CONCLUSIONES: Un número sustancial de adultos jóvenes han experimentado victimización física o sexual por VPI. Se necesita más investigación para comprender los mecanismos de desarrollo y experiencia que subyacen al momento del inicio de la victimización, si la victimización persiste a lo largo del tiempo y las relaciones, y si la etiología y los patrones temporales varían según el tipo de violencia. Estas distinciones adicionales informarían el momento, el contenido y el objetivo de los esfuerzos de prevención de la violencia.