Aprobar la Ley Internacional de Violencia Contra la Mujer (I-VAWA) (S.2982, HR. 4594)

El tenor y la trayectoria del movimiento de violencia sexual en los Estados Unidos está en deuda con los intrépidos organizadores de la década de 1960 que politizaron el ámbito de lo que la sociedad consideraba estrictamente personal. Al hacerlo, el campo de la violencia sexual adoptó un marco de derechos humanos para oponerse a la violencia contra las mujeres, con la intención de exigir la acción de las comunidades y, por lo tanto, cambiar la percepción de la violencia sexual de un asunto individual a un problema comunitario y una violación de la dignidad humana.
Es crucial que reconozcamos la tremenda discrepancia entre la rendición de cuentas, uno de los pilares que sostienen el movimiento de justicia social, y la respuesta inadecuada y tardía del gobierno al impacto devastador que tiene la violencia en las generaciones actuales y futuras. Un paso poderoso que puede tomar el gobierno federal es revisar, dialogar y aprobar la Ley Internacional de Violencia contra la Mujer (I-VAWA) (S.2982, HR. 4594). Reintroducida a principios de 2010 por un equipo bipartidista de senadores, la legislación tiene como objetivo:

  • Abordar la violencia contra las mujeres y las niñas de manera integral, apoyando a los sectores de asistencia sanitaria, legal, económica, social y humanitaria e incorporando las mejores prácticas de prevención y respuesta a la violencia en dichos programas;
  • Aliviar la pobreza y aumentar la rentabilidad de la asistencia exterior invirtiendo en las mujeres;
  • Fortalecer la seguridad reduciendo las tensiones sociales;
  • Apoyar a los sobrevivientes, responsabilizar a los perpetradores y prevenir la violencia;
  • Crear una estrategia de 5 años para combatir la violencia contra las mujeres en países seleccionados que tienen una alta incidencia de violencia contra las mujeres;
  • Definir un mandato claro para los altos funcionarios del Departamento de Estado y USAID para el liderazgo, la rendición de cuentas y la coordinación en la prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres y las niñas;
  • Permitir que el gobierno de los EE. UU. desarrolle una respuesta más rápida y eficiente a la violencia contra las mujeres en emergencias humanitarias y situaciones relacionadas con conflictos;
  • Desarrollar la eficacia de las organizaciones no gubernamentales en el extranjero, en particular las organizaciones no gubernamentales de mujeres, para abordar la violencia contra las mujeres.

La I-VAWA es un ejemplo de cómo EE. UU. puede modelar el principio democrático de igualdad invirtiendo en el cuidado de su propio pueblo trabajando activamente para eliminar la violencia y demostrando solidaridad con los países en desarrollo que se esfuerzan por hacer lo mismo.
Para obtener más información sobre I-VAWA, haga clic aquí.