La autora de esta publicación de blog es Janae Stewart, educadora de prevención en YWCA Silicon Valley
 
jane stewartEn una organización sin fines de lucro anterior, trabajé en un programa de administración de casos que se enfocaba en jóvenes de 18 a 19 años. Todas las opciones que teníamos para ofrecer estaban enfocadas en la atención posterior y la intervención, lo que significa que todo fue después de que enfrentaron abuso o violencia en sus relaciones. Siempre los recordaré diciendo que la prevención era lo que deseaban tener. Querían tener conversaciones antes de que ocurriera la violencia, salvarse del dolor que experimentaban, aprender a comportarse y entrar en ciertas situaciones y relaciones con más comprensión. En ese momento, el aspecto preventivo de mi trabajo se volvió realmente importante para mí y quería avanzar en una dirección en la que pudiera hacer más divulgación.
Un joven con el que trabajé estaba en una relación abusiva, por lo que rompió con su novia y, como resultado, se quedó sin hogar. Desafortunadamente, este era un problema frecuente para muchos de los jóvenes con los que trabajé. En este caso, no supo cómo separarse de la relación sin quedarse sin hogar. Fue realmente difícil encontrarle la ayuda que necesitaba, porque las opciones disponibles no se ajustaban a la situación en la que se encontraba. O no estaba calificado o tenía que perder algo, como quedarse sin hogar primero para cumplir con los requisitos de asistencia de vivienda. Me he dado cuenta de lo importante que es que tengamos más recursos para la prevención, para llegar a las personas, incluidos los jóvenes, antes de que enfrenten violencia sexual o doméstica. Además de eso, los recursos que conectan los programas con otras áreas temáticas, como la vivienda y el desempleo, son importantes si planeamos terminar con la violencia sexual. Mi papel de entrenador y mentor a menudo era frustrante porque los jóvenes no tenían acceso a los recursos de la comunidad, nada era preventivo y los aspectos de la atención siempre se centraban en los servicios posteriores a la atención. En YWCA-Silicon Valley, pude desempeñar un papel de divulgación como educadora de prevención en programas escolares, donde puedo tener un gran impacto.
Nuestro programa de prevención es más que repartir volantes y hacer presentaciones. Realmente nos involucramos en el trabajo que hacemos y hacemos cambios en un salón de clases a la vez. Me he dado cuenta de que cualquier cantidad de aulas en las que entremos puede marcar una gran diferencia, pero cuanto más hacemos, más recursos necesitamos. Esto nos permite crecer de un salón de clases a la vez a un distrito escolar completo.
 

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