En un conferencia de prensa "sorpresa" Hoy, el presidente Obama dijo:

“La violación es violación. Y la idea de que deberíamos analizar, calificar y dividir los tipos de violación de los que estamos hablando no tiene sentido para el pueblo estadounidense y ciertamente no tiene sentido para mí. Entonces, lo que creo que estos comentarios subrayan es por qué no deberíamos tener un montón de políticos, la mayoría de los cuales son hombres, tomando decisiones sobre el cuidado de la salud en nombre de las mujeres”.

Si bien aprecio los comentarios del presidente Obama, no pude evitar preguntarme por qué el presidente de los Estados Unidos de América necesitaba, en 2012, aclarar cualquier malentendido sobre lo que constituye una violación. Sé que los mitos sobre la violación impregnan muchas facetas de nuestra cultura, pero ¿el debate fue tan disputado que necesitábamos que el presidente interviniera y aclarara las cosas? Aparentemente.
El domingo, el representante Todd Akin, el candidato republicano para el Senado en Missouri, dijo que está a favor de la vida en todas las circunstancias porque la violación rara vez conduce al embarazo. Akin declaró:

"En primer lugar, por lo que entiendo de los médicos, [el embarazo por violación] es realmente raro... Si se trata de una violación legítima, el cuerpo femenino tiene formas de tratar de apagar todo eso".

Esta declaración me horroriza por dos razones. Primero, ¿violación legítima? ¿Qué define Akin como “legítimo”? Nunca he escuchado a alguien definir la legitimidad de otra forma de violencia (por ejemplo, apuñalamiento legítimo u homicidio legítimo). ¿Por qué nosotros, como nación y como cultura, insistimos en cuestionar si ocurrió o no una violación “real”? ¿Qué podemos perder al admitir que se ha perpetrado una violación contra una víctima?
En segundo lugar, ¿"todo eso"? “Todo eso” al que se refiere Akin es el sistema reproductivo femenino. Si se siente cómodo dictando mis derechos para controlar mi sistema reproductivo, al menos debería conocer los términos anatómicos y referirse a ellos como tales.
Me he sentido cada vez más frustrado al leer sobre legisladores y tomadores de decisiones influyentes en nuestro país que intentan minimizar la experiencia de las víctimas y reformular la violación como un percance que debe ser minimizado. Pero a pesar de lo frustrado que estoy, también veo esto como una gran oportunidad para brindar educación a los funcionarios electos y servir como un recurso para ellos mientras trabajan para generar políticas que influyan en el centro de crisis de violación y sobrevivientes de agresión sexual. Este es el momento de ponerse en contacto con su funcionario electo y dejar que se escuche su voz. Puede proporcionar hojas informativas, estadísticas de la Encuesta nacional sobre violencia sexual y de pareja, o sobre la Vreautorización de la ley de violencia contra la mujer.
¿Qué pasos tomará para crear conciencia, apoyar a los sobrevivientes y educar a los legisladores?