El programa universitario de prevención de violaciones demuestra un éxito excepcional

Titular del New York Times del 11 de junio de 2015 sobre un nuevo estudio.

Un nuevo estudio, Eficacia de un programa de resistencia a la agresión sexual para mujeres universitarias publicado ayer en el New England Journal of Medicine, encontró que las mujeres universitarias entrenadas en defensa personal reducen la incidencia de agresión sexual en un 50%.
El tema de la autodefensa basada en el empoderamiento es uno que es cercano y querido para mi corazón. Me alegró mucho hablar con la escritora de Los Angeles Times, Melissa Healy, quien fue escribiendo sobre este estudio. Esta tarde, me entrevistaron sobre el estudio en KCBS Radio en el área de la Bahía.
Durante muchos años, CALCASA asociado con Paz sobre la violencia para ofrecer capacitación de instructores de defensa personal a los Centros de crisis por violación de California, institucionalizando así el desarrollo de habilidades basadas en el empoderamiento en toda la red de seguridad de agresión sexual del estado. El programa de capacitación estatal se eliminó cuando el enfoque de la prevención cambió a la prevención primaria. Desde entonces, ha habido escepticismo en todo el país acerca de la autodefensa. Gran parte de las críticas se basan en preocupaciones legítimas y reales sobre los peligros de atribuir la responsabilidad de prevenir la violencia sexual a las víctimas potenciales y sobre la necesidad de centrar la prevención en el cambio de actitudes que fomentan la violencia sexual.
Si bien estoy absolutamente de acuerdo con ambos puntos, también creo que para poner fin a la violencia sexual, debemos adoptar un enfoque integral de prevención. En un editorial titulado Un enfoque integral para la prevención de la violencia sexual publicado en la misma edición del New England Journal of Medicine escrito por Katherine Basile del CDC del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cita la utilidad del modelo Social Ecológico como marco para comprender y prevenir la violencia sexual. “Para prevenir la violencia sexual, debemos desarrollar estrategias en todos estos niveles ecológicos…” El CDC describe cómo el Modelo socio-ecológico “también sugiere que para prevenir la violencia, es necesario actuar en múltiples niveles del modelo al mismo tiempo. Es más probable que este enfoque sostenga los esfuerzos de prevención a lo largo del tiempo que cualquier intervención individual”.
Es este mismo enfoque el que me mantiene interesado en preservar la programación de defensa personal basada en el empoderamiento como parte de los esfuerzos integrales de prevención. Absolutamente debemos seguir siendo diligentes en nuestros esfuerzos de prevención primaria, trabajando para cambiar las normas sociales y creando un mayor compromiso de los transeúntes. Sin embargo, mientras cambiamos el enfoque de la sociedad de responsabilizar a las víctimas por prevenir la agresión sexual y lo canalizamos para cambiar las actitudes que perpetúan la agresión sexual, no debemos eliminar de la mezcla los esfuerzos de prevención con víctimas potenciales. Es fundamental que estén capacitados para reconocer, comunicar y, si es necesario, utilizar técnicas de defensa física cuando se les enseña desde una perspectiva de aumentar las opciones, habilidades y elecciones, en lugar de restringir y/o responsabilizar a las víctimas, la autodefensa puede ser una herramienta para construyendo individuos empoderados.